
Para navegar por internet y realizar todas las cosas que solemos hacer cuando estamos en línea, se requieren esfuerzos y una serie de procesos que no muchas personas conocen. Programación, diseño, entre otros, son algunos de los pasos para construir el mundo digital. Y entre todos esos parámetros, procedimientos y codificaciones, se encuentra el: Web Service.

Ahora, ¿qué es un Web Service o Servicio Web en español? Pues, esta denominación se refiere a la programación (software) que permite el intercambio de data en la red entre aplicaciones y sistemas que pueden ser diferentes. Está basado en una serie de protocolos y estándares que permiten su puesta en marcha y le otorgan la característica de interoperabilidad.
Los web services codifican la información a transmitir en forma de texto y el proceso se basa en la petición de servicio por un “cliente” y en la respuesta a éste por un proveedor del servicio.
Y ¿qué quiere decir esto? Por ejemplo, una aplicación que esté programada bajo distintos lenguajes, puede utilizar un web service para operar adecuadamente desde distintos dispositivos con diferentes sistemas.
Tipos de web services
Existen dos tipos de servicios web que pueden ser utilizados para transmitir la data, aunque primero se debe conocer un poco cuáles son los componentes claves que integran a estas programaciones, y uno de estos es: XML.
Pero, ¿qué significan estas siglas? XML (Extensible Markup Language o Lenguaje de Marcado Extensible en español) es la forma en que está codificada la data para que pueda ser procesada por diferentes sistemas, es decir, es un lenguaje estándar que permite que se dé la comunicación aun cuando las aplicaciones o sistemas usen diferentes lenguajes de programación.
Ahora, hay dos tipos de web services: SOAP y RESTful. Pero, ¿cuál es el concepto que los define a cada uno?
En cuanto al SOAP (Simple Object Access Protocol) es un protocolo estándar de comunicación que permite enviar y recibir mensajes del servicio web entre dos aplicaciones o sistemas, basándose en el lenguaje XML. En pocas palabras, SOAP define cómo es la comunicación y suele usar el protocolo HTTP.
El HTTP (HyperText Transfer Protocol) se refiere al protocolo utilizado para transmitir los mensajes o archivos (la data) en la World Wide Web. Es de los más utilizados en la red por buscadores y servidores.
Por su parte, RESTful son las aplicaciones de servicios web provenientes de la arquitectura de software REST (Representational State Transfer), y se diferencia del SOAP en que no está estructurado bajo estándares definidos, y es más ligero. Además, su flexibilidad permite que funcione no solo con lenguaje XML, sino también con JSON (JavaScript Object Notation), entre otros.
Beneficios y desventajas de los servicios web
El uso de los servicios web puede ser beneficioso, pues permiten tener interoperabilidad entre distintos sistemas y aplicaciones independientemente de la plataforma que usen. Además, el factor geográfico no es una barrera que impide que distintos software y servicios de compañías diferentes, localizados en otros lugares puedan conectarse e integrarse.
Al fomentar el uso de protocolos basados en texto, permite mayor compresión, acceso y funcionamiento, pues es entendible a nivel humano y de máquina.
Entre las desventajas de los servicios web está una que refleja ser su mayor reto: la seguridad. En algunos casos, los protocolos HTTP pueden saltarse algunas medidas de seguridad que se basan en firewall.
XML Vs. JSON, ¿cuál usar?
Antes de esclarecer las diferencias entre XML y JSON, primero se debe saber a qué se refiere este último. JSON es un lenguaje basado en JavaScript que permite realizar las comunicaciones entre un navegador y un servidor, es un formato de archivo de estándar abierto.

Sobre si es mejor usar XML o JSON, dependerá de qué servicio web se utilice. Sin embargo, el XML al estar más estructurado, es más complejo que JSON (el cual es una forma de intercambiar data más moderna), además está orientado a los documentos, mientras que el segundo a la data.
JSON es menos seguro que XML, pero mucho más ligero y fácil de leer que XML, que es más amplio y menos sencillo que su contraparte.
Por lo tanto, al momento de crear un servicio web, es indispensable determinar las necesidades y qué protocolos funcionan mejor.